Parecería lógico que si se tiene mucho dinero público será más fácil cubrir (pagar) las necesidades básicas que conforman y sustentan el estadio del bienestar. Pero en la Comunidad de Madrid no ocurre así. Por un lado nos dicen que Madrid crece más que la media de la Comunidades, incluso amplia la brecha sobre Cataluña (El País, 19 de diciembre de 2023) pues “la economía madrileña alcanzó un 7,2% en 2022 punto y medio más que el resto del país”, obteniendo un 38.435 de PIB por cápita (siendo la media española de 28.162). (Ver cuadro 1)
Sin embargo, eso no repercute en las condiciones que harían de Madrid una de las zonas con mejor bienestar social. Pues, sorprendentemente, Madrid es la Comunidad que menos invierte en sanidad. (Ver cuadro 2).
Cómo se explica esto? No es fácil entenderlo desde la óptica de que las políticas públicas tienen como objetivo ampliar el estado del bienestar para los ciudadanos. Si se gana más en PIB debería repercutir en bienestar social. Y una de las cualidades básicas del bienestar social es la sanidad.
¿Cómo es posible que quien más PIB genera sea quien gaste menos en sanidad pública?
Firmado: Marcos de Castro Sanz, Vicepresidente de UDP-Madrid